miércoles, 11 de marzo de 2009

Evita que las preocupaciones te dominen







Si no encuentras la forma de liberarte de las preocupaciones, porque crees que forman parte de tu propia personalidad, de tu particular modo de ver la vida. Si crees que nunca podrás abandonarlas porque eres una persona "responsable", necesitas reflexionar acerca de tus creencias, y seguir estos tips para encontrar una nueva relación con los problemas e inconvenientes que enfrentas a diario.






Pasos



1
No pelees contra tus preocupaciones, encáuzalas en tu beneficio. Fíjales un horario y dedícate a ellas sin restricciones, pero sólo durante el tiempo que hayas previsto destinarles.



2
Discrimina y divide tus problemas según las áreas de supuesta afección de tu vida. Mantén cada situación en su ámbito, sin trasladarla ni arrastrarla de un sitio a otro.



3
Cuando te sientas tomado por tus preocupaciones, no te les opongas. No discutas por el sinsentido de ellas. Utiliza una vieja técnica distractiva y disponte inmediatamente a realizar alguna tarea que no tenga relación con tu conflicto actual. Por esta vez, actúa en vez de pensar en vano. Pero hazlo a conciencia, manteniendo tu mejor nivel de atención en lo que realizas.



4
Plantéate objetivos diarios que sean precisos y puedan ser medidos al final del día. Convierte tus preocupaciones en planes de acción que modifiquen las cosas que te inquietan o perturban.



5
Delega en otros las cosas que te exceden y hazte cargo sólo de lo que te compete. Supervisa la acción de aquellos en quienes delegas, pero no confundas la supervisión responsable con el deseo de tener todo bajo control.



6
Dedica un tiempo semanal a realizar actividades físicas o artísticas que te permitan descargar el exceso de tensiones y stress.



7
No ocupes la totalidad tu agenda con compromisos laborales o de estudio. Reserva al menos el 25% de tu tiempo, diario, a actividades gratificantes, creativas y de esparcimiento.



8
Dedica un momento tranquilo de la semana para reflexionar con conciencia acerca de las situaciones que generan tus preocupaciones y trata de detectar las tensiones o temores que tienen asociadas.



9
Explora las creencias negativas que posees acerca de ti mismo. De ellas nacen los temores a no alcanzar lo que deseas o a perder aquello que has conquistado. Muchas veces, estas creencias son las que nos juegan malas pasadas disfrazándose de "responsabilidad".




Importante




* Recuerda que las preocupaciones no construyen hechos concretos que resuelven los problemas, sino que son drenajes por los que se pierde la energía. Invierte tus fuerzas con sentido de realidad y canalízala con eficacia a tus ocupaciones y planes concretos.